Jacques Lacan
Jacques
Lacan (1901-1981, es el más relevante psicoanalista francés, que provocó
reacciones extremas al intentar unir el psicoanálisis con el estructuralismo.La
lectura de los escritos de Lacan, desaniman a los lectores más entusiastas pero
no demasiado legos, por lo oscura y compleja que resulta.
La
intención de Lacan es darle al psicoanálisis sustento científico y hacer una
teoría científica del inconsciente.Lacan, se
inspira en la filosofía, la lingüística, las matemáticas y por supuesto en la
teoría de Sigmund Freud, pero a diferencia de Freud, no menciona en sus
escritos a ninguno de sus pacientes.
Para
elaborar una concepción del hombre como sujeto deseante impulsado por la falta
de ser, Lacan se basa primeramente en la filosofía de Georg Hegel y Martin
Heidegger.Tal como
lo hace Lévi-Strauss para la antropología, Lacan pretende integrar el método
lingüístico estructural al dominio del inconsciente.
La
primera contribución importante de Lacan fue su conferencia de 1936 titulada
“El estadío del espejo”, la etapa de la primera infancia de los niños entre los
6 y 18 meses, que es cuando toman conciencia de su identidad y acceden a la
vida simbólica.
La
función simbólica es la capacidad de estructurar imágenes y sentimientos por
medio del lenguaje. De allí, desarrolla su conocido tríptico “real, simbólico,
imaginario”.
Para
Lacan, el inconsciente está estructurado como un lenguaje. Recordemos que para
Ferdinaud de Saussure, padre de la lingüística, el lenguaje es un conjunto de
signos que se dividen en un significante, que es el soporte acústico del signo
y el significado, que es el concepto. Lacan
integra la idea de la estructura del lenguaje a la estructura del inconsciente,
construida por signos relacionados entre sí que forman una cadena de
significantes.
Para el
inconsciente, el padre real no cuenta, sino el símbolo general de la
paternidad, que se asocia al falo, lo prohibido, la ley, etc. El inconsciente
habla a través de las metáforas reenviando significados más profundos.
Lacan se destacó como un erudito de la mente. Era un hombre extravagante, aficionado al juego, que seducía a las mujeres y que ansiaba la fama y el dinero pero que también amaba las matemáticas y la topología.
En 1953,
su pensamiento se organiza en función del estructuralismo. Para Lacan, lo real
no se puede conocer. Lo imaginario es la suma de las imágenes caóticas
individuales y lo simbólico es el imaginario instituido y codificado por la
sociedad.En 1964
funda la Escuela freudiana de París, que fue, hasta que se disolvió en 1980, el
centro principal lacaniano.
En los
años setenta, su intento de elaborar una teoría matemática del inconsciente
toma una nueva forma; representar en forma matemática las instancias psíquicas.El
lacanismo de esos años es una mezcla de topología, psicoanálisis y lingüística,
en un lenguaje cada vez más metafórico.
Los
seminarios de Lacan se vuelven cada vez más oscuros y sin propósitos claros y
dejan lugar a interpretaciones ilimitadas.
Después
de 1980, el lacanismo se dividió en distintos grupos para discutir la
interpretación de esta teoría.
Al final
de su vida, Lacan practicaba con algunos pacientes sesiones de apenas tres
minutos.
Fuente: “Filosofía Hoy”; “Gran Historia de la Psicología”:; “Jacques Lacan – El divo del diván; Achile Weinberg.
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Pensamiento lacaniano: Análisis
POSIBLE
ANÁLISIS DE LA OBRA DE LACAN
El tener que hacer una lectura
del pensamiento Lacaniano me permite entrar en una nueva lectura de Freud, es
de esta forma como lo plantea Lacan, ahora bien querer decir algo nuevo no lo
creo, pero sin duda podríamos hacernos muchas preguntas con lo que nos permite
una mayor profundidad del estudio del psicoanálisis, de cómo se conforma el
síntoma y de su estructura, de cómo podemos elaborar un posible abordaje
terapéutico, de cómo la transferencia actúa en el análisis, de cómo el concepto
de fantasma se desarrolla a través de una serie de observaciones que van más
allá de simples análisis, sino que se construye una nueva lógica del fantasma.
De cómo Lacan analiza el concepto
de goce y de síntoma, y de cómo el concepto del fantasma lo profundiza para que
en la escucha clínica nos permita adquirir mayor sentido del lenguaje. Al
hablar de Lacan tenemos que entender que él plantea que el inconsciente humano
es inteligente que es dinámico y tiene una lógica más perfecta que la
conciencia. Lacan plantea que el criterio del Yo, o sea, aquello que nos
comunica con el mundo exterior, aquello que nos da el gesto, la palabra,
aquello que nos vincula el uno con el otro, era un intruso, era una astilla
metida en el psiquismo humano que no servía para mucho, que había sido
adquirido y que no era lo auténtico del hombre.
Lo auténtico para Lacan era su
concepto de «sujeto del inconsciente», es decir, una instancia mucho más
profunda que el Yo y que estaba muda, que no podía hablar por que el Yo se
había intromisado en el centro del ser y no permitía que esas voces profundas
se expresaran. El a su vez se opuso permanentemente a plantear un psicoanálisis
creyendo en que lo que uno le dice al otro es lo auténtico y lo verdadero. El
siempre pensaba que había algo más allá de las palabras. En este sentido fue
criticado por los círculos analíticos de ese entonces, pero como este trabajo
se trata de desarrollar algunos aspectos de su gran aporte a la psicología
podemos decir que logra dar sentido al lenguaje en el psicoanálisis.
El sujeto para el psicoanálisis
está determinado por un discurso en el que debe situarse antes de ser amo del
sentido de las palabras que emplearía a su conveniencia, es decir no es que
pueda a través del lenguaje plantear la cuestión de su ser, pero ningún termino
viene a asegurarle una respuesta sin equívocos.
Lo que aparece claramente en una
cura es que el lenguaje, tiene efecto de sentido; cosa que ocurre con la
metáfora. Y en este sentido los términos del psicoanálisis no son solo
conceptos tienen un valor de significante, es decir, juegan sobre diversos
registros, toman valores diferentes en la función de su historia, de su
contexto, de los campos semánticos en los que se originan, y en función también
de las analogías y derivaciones relacionadas con lo que constituye su vertiente
fonética, Lacan se empeño en hacer entender en sus escritos o en sus seminarios
que la elaboración teórica misma podía tomar caminos señalizados por el significante
con las diversas lecturas que de este se puede hacer.
Desde esto podemos decir que
Lacan siempre se preocupo por el fin del análisis e hizo de este numerosas
presentaciones, como introducción del sujeto al lenguaje de su deseo, llega a
establecer que si el psicoanálisis deshace las identificaciones, las
idealizaciones a las que el sujeto se aferraba al fin este encuentra su ser
bajo la forma del objeto a Este objeto que venía a hacer de tapón al vacío de
su deseo era en definitiva él mismo al término del proceso, el sujeto puede
verificar (hacer real, concreto y darse cuenta) que él se había hecho objeto,
desecho, del Otro. Ello al menos en su fantasma, pero para el hombre, es el
fantasma el que organiza la realidad , y el psicoanálisis podría ayudarlo e
definitiva a desprenderse de esta posición. Por lo tanto el fin del analista
sería un atravesamiento del fantasma.
El develar a Lacan en su discurso
sobre las diferentes instancias de proceso en el sujeto nos permite adentrarnos
en su apreciación del síntoma, ya que el síntoma es un producto de elaboración
psíquica, un derivado de la estructura cuya identidad no ofrece ninguna
garantía concreta para el diagnóstico.
Ya que para el psicoanálisis no es el
signo de una enfermedad, sino la expresión de un conflicto inconsciente, como
diría Lacan va en el sentido de un deseo de reconocimiento, pero este deseo
permanece excluido, reprimido. Interesándose en lo real en tanto está
comprometido en una relación singular con lo simbólico y lo imaginario. Por lo
tanto Lacan destaca que el síntoma no es el signo de un disfuncionamiento
orgánico, como lo interpreta comúnmente el médico que es su supuesto saber.
Si bien el síntoma en su estar
allí es por naturaleza puramente contingente, existe siempre una cierta
necesidad en la elaboración inconsciente que trabaja para producirlo, el
síntoma es sobre todo una forma de cumplimiento del deseo, es el síntoma es efecto
de lo simbólico en lo real, ya que el síntoma es lo que la gente tiene de más
real.
Debemos entonces entender que el
síntoma es siempre el producto de una elaboración psíquica sobredeterminada
como lo planteo Freud inicialmente en los estudios de la histeria , si bien el
síntoma se estructura por capas significantes sucesivas, en esta
estratificación la selección de significantes no obedece a ningún principio de
elección fijo.. Es decir los componentes significantes constitutivos del
síntoma resultan directamente tributarios de las fantasías del inconsciente que
operan su selección bajo la acción de los procesos metafóricos y metonímicos.
El goce en el campo
psicoanalítico se relaciona con la satisfacción que un sujeto deseante y
hablante puede esperar y experimentar del usufructo de un objeto deseado.
Como lo plantea Lacan que el
sujeto deseante hable, es decir un serhablante lo cual implica que la relación
con el objeto no es inmediata y esta no inmediatez no es reductible al acceso
posible o imposible al objeto deseado, así como la distinción entre goce y
placer.
Para lacan el concepto de goce
está constituido por nuestra relación con las palabras. Se diferencia así del
uso común del termino que confunde el goce con las suertes diversas del placer,
por lo tanto de esto se desprende que el goce concierne al deseo más
precisamente al deseo inconsciente, lo que muestra que esta noción desbordada
ampliamente toda consideración sobre los afectos, emociones y sentimientos para
plantear la cuestión de una relación con el objeto que pasa por los
significantes inconscientes.
El goce se opone entonces al
placer, que disminuiría las tensiones del aparato psíquico al nivel mínimo.
Pero cabe preguntarse si la idea de un placer puro de este tipo conviene para
hablar de lo que experimenta el ser humano, dado que su deseo, sus placeres y
displaceres están capturados en la red de los sistemas simbólicos que dependen
todos los lenguaje, y que la idea de la simple descarga es una caricatura, en
la medida en que lo reclamado radicalmente para la satisfacción es el sentido.
Aun la masturbación, que se podría tomar como modelo de este goce singular,
este goce del idiota (aún) está capturado en las redes del lenguaje, al menos a
través del fantasma y de la culpa. Por el echo de que habla, por el hecho de
que el inconsciente está estructurado como un lenguaje, como lo demuestra
Lacan, el goce no puede ser concebido como una satisfacción de una necesidad
aportada por uin objeto que la colmaría, únicamente cabe el termino goce, es
decir esta hecho de la materia misma del lenguaje donde el deseo encuentra su
impacto y sus reglas. Es donde Lacan lo denomina el gran Otro y toda la
dificultad de este término goce viene de su relación con ese gran Otro no
respetable, ese lugar de la cadena significante