Jean Cau - Emmanuel Berl
Comparto glosas a la obra de dos autores franceses que son testimonio de su tiempo.
Los principales hombres del mundo de las letras y del pensamiento francés forman parte de la obra de Jean Cau (1925 - 1993) y de Emmanuel Berl (1892 -1976), quienes nos han dejado un testimonio vital de una época que ha configurado el siglo XX y que constituye una impronta vital para el futuro.
Jean Cau es una de las figuras literarias e intelectuales más importantes de la era de la pos guerra en Francia. Como brillante periodista y escritor fue galardonado con el premio Goncourt (1961).
Emmanuel Berl, tiene una obra como periodista, historiador y ensayista que es un testimonio del mundo de la politica y de los movimientos sociales en la Francia de entreguerras.
Igualmente su obra es un registro de la actividad intelectual y artistica de su tiempo valiosa por su afinidad intelectual con los hombres que construyeron el pensamiento de esta época.
Cayetano Acuña Vigil.
Jean Cau es una de las figuras literarias e intelectuales más importantes de la era de la pos guerra en Francia. Como brillante periodista y escritor fue galardonado con el premio Goncourt (1961).
Emmanuel Berl, tiene una obra como periodista, historiador y ensayista que es un testimonio del mundo de la politica y de los movimientos sociales en la Francia de entreguerras.
Igualmente su obra es un registro de la actividad intelectual y artistica de su tiempo valiosa por su afinidad intelectual con los hombres que construyeron el pensamiento de esta época.
Cayetano Acuña Vigil.
Jean Cau. (1925 - 1993)
Fue un escritor francés, una de las figuras literarias e intelectuales más importantes de la era de la pos guerra en Francia.
Realizó estudios de Filosofía y Letras, y fue secretario personal de J. P. Sartre (1947-1956), quien influyó decisivamente en su forma de pensar y en su producción literaria, sobre todo en su primer período creativo. En él, recreó y ensalzó el ambiente de la izquierda parisina y el pensamiento de los existencialistas, tanto en el lenguaje poético de Le Fort intérieur (1948) como en el novelesco de Les Paroissiens (1958).
Jean Cau empezó entonces una brillante carrera como periodista en las páginas de France Observateur, L'Express (bajo Jean-Paul Servan-Schreiber y Francoise Giroud, a quien Cau ataco más tarde en sus memorias), Le Figaro Litteraire y Paris-Match. Cau comenzó también a producir novelas, ensayos, cuentos y, más tarde, una serie de folletos vituperables contra los socialistas. Su novela, olvidada, La Pitié de Dieu, ganó el Premio Goncourt en 1961.
Durante esa época inició también su actividad periodística en Temps modernes. Sin embargo, después de publicar La piedad de Dios (La Pitié de Dieu, 1961), novela que fue galardonada con el Premio Goncourt, su obra dio un giro hacia la derecha política, atacando, incluso virulentamente, con un estilo directo, audaz y puntualmente ofensivo, a sus antiguos compañeros de viaje.
Comenzó su fulgurante carrera como pamphletero de derecha en la tradición de Mauriac y Raymond Aron. Los políticos socialistas y los intelectuales y profesores marxistas-estalinistas barbudos fueron atacados venenosamente en brillantes muestras de invectivas crueles y entretenidas.
Esto se hace especialmente patente en numerosos escritos -Le Meurtre d'un enfant (1965), Lettre ouverte aux têtes de chiens occidentaux (1967), Le Spectre de l'Amour (1968), Tropicanas: de la dictature et de la révolution sous les Tropiques (1970), Une Nuit à Saint-Germain-de-Près (1977), Discours de la décadence (1978)- y, en particular, en sus libros de memorias: L'Agonie de la vielle (1970), Ma misogynie (1972), Les Enfants (1975) y Nouvelles du Paradis (1980).
Sus retratos de Mitterrand, Pompidou, Giscard d'Estaing, Khrushchev y de Gaulle son totalmente irreverentes y salvajemente divertidos. Describe burlonamente a un Mitterrand más joven. Pompidou es un posadero rústico, Giscard d'Estaing, un maniquí de sastre impecable, y a Khrushchev comparado con una paloma y mirando, en sus pantalones anchos.
Colaboró también con los periódicos Paris-Match, France-Observateur y L'Express -redactando, entre otros, unos espléndidos artículos taurinos, más tarde recopilados en L'Oreille et la Queue-, y escribió numerosas obras de teatro, entre las que destacan Les Parachutistes (1963), Le Maître du monde (1963), Les Yeux Creuvés (1967) y Pauvre France (1972). Asimismo, realizó una adaptación de la obra de Edward Albee ¿Quién teme a Virginia Woolf?
Su último trabajo fue L'Ivresse des intellectuels ('Intoxicated Intellectuals', 1992).
http://www.independent.co.uk/news/people/obituary-jean-cau-1494832.html
https://puntocritico.com/2017/05/23/el-triunfo-de-la-mediocridad-por-jean-cau/
Emmanuel Berl
Emmanuel Berl (1892 – 1976)
was a French journalist, historian, and essayist.
Biography
Emmanuel Berl was from an upper-middle-class Jewish family related to Bergson and Proust and the novelist and screenwriter Monique Lange. He studied philosophy before volunteering for the armed services in 1914. Discharged in 1917 with a respiratory disease he joined the surrealists, especially working with Louis Aragon, Gaston Bergery and his former schoolmate from the Lycée Carnot, Pierre Drieu La Rochelle.
In 1927, Berl and La Rochelle published a short-lived periodical: Les Derniers Jours. In 1928, with Édouard Berth, Marcel Déat, Bertrand de Jouvenel, and Pierre Mendès-France, he took part in the editing of the Cahiers bleus which had just launched George Valois. The same year, he met André Malraux to whom he dedicated his Mort de la pensée bourgeoise, a satire in which Emmanuel Berl called for a more committed culture and literature.
During the 1930s, he entered politics on the side of the radicals. After working for the weekly Monde, in 1932 he launched the weekly Marianne, which was the leading weekly on the left until the appearance of Vendredi in 1935. In it, he defended a political line favorable to the Popular Front but he clashed with the left because he favored equipping France with a large and strong army. He stated: "Je suis pour la force et contre la violence" (“I am for force and against violence”).
In 1937, Éditions Gallimard sold Marianne. Emmanuel Berl resigned from the paper and founded a new weekly: Le Pavé de Paris, which he led until the exodus from Paris in 1940. He left for the southwest before being called on 17 June to Bordeaux, where he worked on a speech for Marshal Philippe Pétain (then President of the Council).
He also drafted the two speeches of 23 and 25 June. After a short spell in Vichy, he turned his back on the new regime and returned to his wife Mireille in Cannes and settled, in July 1941, in Argentat. There he drafted Histoire de l'Europe (History of Europe) and was reunited with Bertrand de Jouvenal, Jean Effel, and André Malraux.
After World War II, he left politics to concentrate on literature and editing autobiographical works, including the notable book Sylvia. In 1967, the Académie française awarded him the Grand Prix de littérature.
After his death, at Paris, Patrick Modiano and Bernard Morlino did a lot to ensure his memory. The former published Interrogatoire and the latter published two posthumous books of his friend: Essais and Un spectateur engagé. Morlino also published his own works: Les tribulations d'un pacifiste and Berl, Morand et moi.
https://en.wikipedia.org/wiki/Emmanuel_Berl
Emmanuel Berl.
Ha escrito un libro, titulado Mort de la pensée bourgeoise, que al parecer ha tenido cierta resonancia. En 1929 pronunció en Medan, en casa de Zola [Emile, 1840-1912, escritor: naturalismo sociológico, socialismo; escribió Yo acuso contra el complot del Estado Mayor en el caso Dreyfus], un discurso con motivo de la peregrinación anual (creo) de los "Amigos de Zola" (demócratas, Jeunesses Laiques et [jóvenes laicos y] républicaines, etc.).
"Después de la muerte de Zola y de Jaurès [Jean, 1858-1914, socialista moderado], nadie más sabe hablarle al pueblo del pueblo y nuestra literatura de estetas [quien se fija más en la forma (estética) que en el contenido] muere por su propio egocentrismo". Zola en literatura y Jaurès en política fueron los últimos representantes del pueblo. Pierre Hamp habla del pueblo, pero sus libros sólo los leen los literatos. Margueritte es leído por el pueblo, pero no habla del pueblo.
El único libro francés que sigue a Zola es Le feu [El fuego], de Barbusse [Henri, 1873-Moscú 1935; novelista francés, militante comunista], y ello porque la guerra había hecho renacer en Francia cierta fraternidad. Hoy la novela popular [¿qué se entiende por novela popular?] se separa cada vez más de la literatura propiamente dicha, que se ha convertido en literatura de estetas.
La literatura separada del pueblo perece --el proletariado excluido de la vida espiritual (!) "n'est plus fondé en dignité" (pierde su dignidad) [es verdad que la literatura se aleja del pueblo y se convierte en fenómeno de casta, pero ello da una mayor dignidad al pueblo; la tradicional "fraternidad" no ha sido más que la expresión de la bohemia literaria francesa, cierto momento de la cultura francesa desde el 48 hasta el 70; con Zola hubo cierta renovación].
"Et autour de nous, nous sentons croître cette famine du peuple, qui nous interroge sans que nous puissions lui répondre, qui nous presse sans que nous puissions le satisfaire, qui réclame une justification de sa peine sans que nous puissions la lui donner. On dirait que les usines géantes déterminent une zone de silence de laquelle l'ouvrier ne peut plus sortir et où l'intellectuel ne peut plus entrer. Tellement séparés que l'intellectuel, issu du milieu ouvrier, n'en retrouve point l'accès."
"La fidélité difficile, écrit Jean Guéhenno, peut être la fidélité impossible. Le boursier n'établit nullement, comme on pouvait l'espérer un pont entre le prolétariat et la bourgeoisie. Un bourgeois du plus, et c'est bien. Mais ses frères cessent de le reconnaître. Ils ne voient plus en lui un des leurs. Comme le peuple ne participe nullement aux modes d'expression des intellectuels, il faut ou bien qu'il s'oppose à eux, qu'il constitue une sorte de nationalité avec son langage propre ou bien qu'il n'ait pas de langage du tout et s'enlise dans une sorte de barbarie".
[Y alrededor de nosotros sentimos crecer el hambre del pueblo que nos interroga sin que podamos contestarle, sin que podemos satisfacerlo, esto reclama una solución de su pena sin que nosotros podemos dársela].
[Y alrededor de nosotros sentimos crecer el hambre del pueblo que nos interroga sin que podamos contestarle, sin que podemos satisfacerlo, esto reclama una solución de su pena sin que nosotros podemos dársela].
Uno diría que las fábricas gigantescas determinan una zona de silencio de la cual el obrero ya no puede salir y donde el intelectual ya no puede entrar. Tanto que el intelectual, originado del ambiente obrero, no recupere el acceso a él. "
"La fidelidad difícil, escribe Jean Guéhenno, puede ser la fidelidad imposible. El poseedor de privilegios no dispone nada, cómo uno podría esperar que sea él un puente entre el proletariado y la burguesía. Es un burgués más, y está bien. Pero sus hermanos dejan de reconocerlo.
Ellos ya no ven en él a uno de los suyos. Como el pueblo no participa en ninguno de los modos de expresión de los intelectuales, es necesario, o que él se oponga a ellos y constituya una clase de nacionalidad con su propio lenguaje, o bien que él no tome el idioma de todos y se sumerja en una clase de barbarismo.
La culpa es de los intelectuales, que se han hecho conformistas, mientras que Zola era revolucionario; son escritores refinados y preciosistas en el estilo, escritores de diarios íntimos, en cambio Zola era épico.
La culpa es de los intelectuales, que se han hecho conformistas, mientras que Zola era revolucionario; son escritores refinados y preciosistas en el estilo, escritores de diarios íntimos, en cambio Zola era épico.
Pero también el mundo ha cambiado. Zola conocía un pueblo que hoy ya no existe, o por lo menos ya no tiene la misma importancia. En el gran capitalismo, el obrero taylorizado [Frederick W. Taylor, 1856-1915, ing. estadounidense, metodizó la producción del acero] sustituye al viejo pueblo que todavía no se distinguía bien de la pequeña burguesía y que aparece en Zola, como en Proudhon, en Victor Hugo, en George Sand y en Eùgene Sue [1804-1857, médico de la Marina francesa devenido en escritor]. Zola describe la industria naciente. Pero si bien la tarea del escritor es ahora más difícil, no por eso debe ser descuidada.
Por lo tanto, retorno a Zola, retorno al pueblo: "Avec Zola donc ou avec rien, la fraternité ou la mort. Telle est notre devise. Tel notre drame. Et telle notre loi"
[Con Zola entonces o con nada, la fraternidad o la muerte. Tales son nuestros lemas. Tal nuestro drama. Y tal nuestra ley.]
[Con Zola entonces o con nada, la fraternidad o la muerte. Tales son nuestros lemas. Tal nuestro drama. Y tal nuestra ley.]
www.gramsci.org.ar
http://www.gramsci.org.ar/TOMO2/47_emmanuel_berl.htm
https://www.franceculture.fr/emissions/les-idees-claires/pour-la-resurrection-d-emmanuel-berl
Publicado en ISSU:
https://issuu.com/percyacunavigil/docs/jean_cau_-_emmanuel_bwerl_pcav
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