jueves, 2 de febrero de 2017

Alexander Gottlieb Baumgarten: Teoría de la arquitectura





Alexander Gottlieb Baumgarten

Referencias: Percy Cayetano Acuña Vigil

 ( * Berlín, 17 de julio de 1714Fráncfort del Óder, 26 de mayo de 1762) fue un filósofo y profesor alemán . Estudió en la Universidad de Halle. En 1740 fue nombrado profesor de filosofía del Alma Mater Viadrina (actualmente refundada como Universidad Europea Viadrina), donde permaneció por 22 años, falleciendo relativamente temprano. El primer curso de estética lo dictó en 1742 en aquella universidad.

Baumgarten fue seguidor de Christian Wolff y de Gottfried Leibniz. En su trabajo Reflexiones filosóficas acerca de la poesía (1735) introdujo por primera vez el término "estética", con lo cual designó la ciencia que trata del conocimiento sensorial que llega a la aprehensión de lo bello y se expresa en las imágenes del arte, en contraposición a la lógica como ciencia del saber cognitivo.

A los problemas del conocimiento sensorial consagró su trabajo inacabado Estética (t. I, 1750; t. II, 1758). Baumgarten no es el fundador de la estética como ciencia, pero el término por él introducido en el campo filosófico respondía a las necesidades de la investigación en esta esfera del saber, y alcanzó amplia difusión.

Se encuadró en el esquema filosófico de Wolff, el ordenador didáctico del pensamiento de Leibniz. En la división de los temas, se inicia claramente en la gnoseología, para después derivar en la metafísica y la física, por último en la ética.
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Portada de la Aesthetica (1750) de Alexander Gottieb
Tratando del conocimiento, y apreciando el conocimiento sensible, lo interpretó aún al modo de Descartes, como una práctica inferior, al modo de idea confusa. En este plan de la sensibilidad, como una gnoseología inferior, trató de lo que también denominó estética.

Baumgarten tiene el mérito de haber tratado por separado el sentimiento de la apreciación del arte y de la belleza en general, aunque encuadrándolo como un conocimiento sensible. Creó el nombre de la disciplina Estética, a través del adjetivo griego Aisthetike (= estético), que surge a partir del sustantivo Aisthesis (= sensación) a través de la construcción habitual "ciencia de la Aisthesis", es decir, del conocimiento sensible. Usa por primera vez el término en su obra de 1735, haciéndolo título de un libro en 1750.

Sobre el arte estableció que el mismo resulta de la actividad intelectual y también de la sensitiva; por eso la noción de belleza no es una idea simple y distinguida, como puede acontecer con las ideas mentales, sino que se trata de una idea confusa. Desde el siglo XVIII, es decir, desde A. Baumgarten, gana espacio la concepción subjetiva de la belleza, como algo resultante de la obra del hombre, ya no siendo simplemente una propiedad objetiva de las cosas. Para la ontología tradicional, la belleza es, por el contrario, una propiedad objetiva del ente, en cuanto es visto como perfección.

Kant, que inicialmente fue también un seguidor de la filosofía de Wolff, utilizó libros de Baumgarten como textos de clase. Aprovechó sin embargo el término Estética, como denominación para el estudio gnoseológico de la sensación y de sus formas apriorísticas de espacio y tiempo, lo que todo denominó Estética trascendental.

Alexander Gottlieb Baumgartens: Metaphysik.


 




 Alexander Gottlieb Baumgarten: Seine Bedeutung Und Stellung in Der Leibniz-Wolffischen Philosophie U. May 2009, BIBLIOBAZAAR, - 264 Pages



Joan Figuerola postea en su blog Opus prima
La estética de Baumgarten
Posted: 23 agosto 2008 by Joan Figuerola in Arte, Estética


Aunque el estudio de la belleza y del arte se remonta a los griegos el origen de la disciplina filosófica que se ocupa de la belleza como saber específico y autónomo se debe a Alexander Gottlieb Baumgarten. Por tanto, antes de empezar un tratado histórico del desarrollo de la estética resulta justo, aunque no trascendente, hablar del  aporte del filósofo alemán.

Baumgarten es el primer filósofo que emplea el término como disciplina independiente (Aesthetica de 1750). En este período y hasta Hegel la estética se concibe de manera esencial como la conjunción entre la belleza y el arte. Después de Hegel se procederá a separar el arte de la belleza. La estética que desarrolla Baumgarten nace de la reflexión filosófica del arte y del descubrimiento de su vínculo con la belleza.

Es preciso indicar que aunque el filósofo alemán amplia y mejora el pensamiento de Christian Wolff su pensamiento halla mayor parentesco con Leibniz, pues muy probablemente los pilares básicos de su estética no hubieran sido posibles sin recurrir a factores propiamente leibnicianos. Estos elementos básicos son: el descubrimiento de la facultad del objeto estético, la belleza como objeto del conocimiento estético y la concepción de la verdad estética.    

Leibniz nunca desarrolló un pensamiento sobre el arte y la belleza, sin embargo los antecedentes de la estética que funda Baumgarten se encuentran en Leibniz. Sin ir más lejos, Baumgarten arranca su pensamiento estético a partir del texto Meditationes de cognitione veritate et ideis en el que Leibniz presenta la clasificación de los tipos de conocimiento según la división: oscuro-claro, confuso-distinto, adecuado-inadecuado y simbólico-intuitivo.

Para Leibniz el conocimiento sensible es claro y confuso ya que no alcanza a enumerar por separado los signos necesarios para distinguir una cosa entre otras. Este no reconocimiento de los elementos particulares que entran en un objeto sensible es debido a que nuestro conocimiento se constituye por un cúmulo de percepciones insensibles. A diferencia del conocimiento filosófico-científico el conocimiento sensible – que es donde se halla el goce estético – se presenta como algo que no se resuelve bajo parámetros lógicos o conceptuales.

No obstante es Baumgarten quien resuelve la separación de la sensibilidad y el entendimiento como fuentes distintas de conocimiento. Así, la estética será la ciencia del conocimiento sensible cuyo objeto es la belleza: “el fin de la estética es la perfección del conocimiento sensible en cuanto tal, y esto es la belleza” (Aesthetica). De este modo, la estética será el arte de pensar hermosamente, es decir, tratará de indagar como usar con propiedad las facultades inferiores para conseguir la máxima perfección.

La mejora de Baumgarten respecto de Leibniz reside en mostrar que la intuición sensible tiene su propia lógica y que no es en ningún caso una forma menos perfecta del pensamiento, sino un modo de conocimiento en sí análogo a la razón y, por tanto, el conocimiento no claro no es un no-conocimiento, sino un conocimiento de carácter no-lógico y de componente subjetiva. Baumgarten desarrolla pues una teoría de la sensibilidad que fundamenta a la estética como filosofía independiente.  

La estética, cuyo objeto es lo bello, alcanza su cometido cuando el fenómeno – lo aparecido sensiblemente – se presenta como perfecto y hermoso. Esto acontece cuando hay un orden – canon – entre los elementos de lo que es presentado. Por tanto vemos que la belleza del conocimiento sensible debe ser universal, es decir, requiere el, consenso de los pensamientos, la perfección dentro de un orden y el acuerdo entre los signos internos que expresan el objeto.

En definitiva, un objeto es bello cuando presenta universalidad, orden y acuerdo. El fin de la estética es lograr esta perfección (hermosa) del conocimiento sensible, reflejar el orden perfecto que existe en el universo. La perfección artística consiste en expresar este orden y la belleza es la representación de un orden universal.

Si la belleza decimos que es la representación del orden universal y está vinculada a la perfección del conocimiento, este reconocimiento del orden universal servirá a la perfección del propio sujeto que expresa y conoce un objeto bello. Por tanto la contemplación es fruto de un acto del conocimiento que se esfuerza con tenacidad por acceder allí donde el orden y la belleza se expresan en alto grado.

Por tanto, este esfuerzo ya no implica sólo un acto del entendimiento, sino que requiere forzosamente un impulso de la voluntad y de la virtud. Por ello se comprende que nada sirve mejor a la felicidad que la iluminación del entendimiento y el libre ejercicio de la voluntad para actuar siempre acorde al entendimiento, y que dicha iluminación debe buscarse en el conocimiento de las cosas que conducen al entendimiento humano a metas más altas y elevadas y a la perfección.

La virtud se hace necesaria para reconocer la perfección de un objeto bello y para expresar la conveniencia de los signos sensibles con lo representado en la mente (Aesthetica). Para Baumgarten, la verdad estética va ligada totalmente a la verdad moral. Para Baumgarten, la verdad estética necesita la adecuación de los elementos representativos y lo conocido sensiblemente y el orden entre las cosas y sus representaciones.   


El concepto de estética en Alejandro Baumgarten
El concepto de estética en Alejandro Baumgarten
Autor: BENJAMIN ROMERO UREIRO 

El presente trabajo aborda el concepto de estética en el pensador alemán del siglo XVIII, Alejandro Baumgarten. La pregunta que orienta esta breve indagación es ¿En qué consiste el término estética en el pensamiento filosófico de Baumgarten? En otras palabras, buscamos esclarecer el vocablo mencionado a través de su origen histórico, esto es, su emergencia como neologismo que denota una nueva realidad. También damos cuenta de la primera significación que adquirió dicha idea al entrar en escena en la teoría y discusión filosófica.

Alejandro Baumgarten fue un esteta alemán que nació en 1714 y murió en 1762. Como podemos apreciar, la vida y obra de nuestro autor ocurrió en el contexto del siglo de la Ilustración también llamado el siglo de la filosofía. Sirva esto para delimitar en el tiempo y en el espacio al pensador que nos ocupa.

En 1735, Baumgarten publica su tesis doctoral titulada “Reflexiones filosóficas acerca de la poesía”, donde se descubre el núcleo de su pensamiento estético, que posteriormente desarrolla y expone en los dos volúmenes de la Aesthetica (1750-1758).[1]

Tal como es sabido, actualmente la estética es considerada como una rama de la filosofía, cuyo objeto de estudio es la esencia y percepción de la belleza. El término estética proviene de las voces griegas aisthetike (sensación, percepción), aisthesis (sensación, sensibilidad) e ica (relativo a) y fue Alejandro Baumgarten quien la utilizó por primera vez en el siglo XVIII en el marco de la ilustración alemana. 

El esteta alemán introduce dicho concepto en su obra Reflexiones filosóficas acerca de la poesía para nombrar a una tal “ciencia de lo bello”. En efecto, es Baumgarten el primer pensador en utilizar el vocablo estética para referirse a una emergente disciplina filosófica que reflexiona sobre la belleza como un área del saber independiente y autónomo. Baumgarten fue discípulo de Christian Wolff (1679-1754), otro pensador de la ilustración alemana, quien se caracteriza, entre otras cosas, por haber defendido una teoría de la belleza como perfección. Como Baumgarten fue alumno e integrante de la escuela de Wolff, se sabe que también fue un defensor de la vinculación entre belleza y perfección. La teoría wolffiana sobre la belleza como perfección sostenía que la belleza es la “perfección de la cognición sensorial”.[2]

La teoría de la belleza como perfección provenía de la Edad Media, puesto que la perfectio fue uno de los conceptos claves de la época. Su empleo relacionado con el arte se debe a Santo Tomás de Aquino. Sin embargo, dicha teoría no tuvo aceptación mayor sino hasta en el siglo XVIII cuando es postulada por Wolff.

Ahora bien, la teoría de la belleza como perfección surgió como una opción alternativa a la teoría y al concepto clásico de belleza, cuyo origen se remite a la antigüedad. La teoría clásica de la belleza también se conoce como la Gran Teoría. Ella afirma que la belleza consiste en “las proporciones y en el ordenamiento de las partes y en sus interrelaciones”.[3] 

Entre los autores de esta teoría tenemos a los pitagóricos, a Platón, a Aristóteles y a los estoicos, por sólo citar a algunos. Por el hecho de que esta teoría fue tanto universal como duradera se considera que ha sido la gran teoría de la estética europea. En suma, es en el siglo XVIII cuando la Gran Teoría tiene su declinación, puesto que es en la Ilustración cuando se empieza a concebir la belleza de manera diferente.

Esta mirada en retrospectiva resulta importante porque la concepción de estética en Baumgarten concibe a la belleza de manera nueva, la cual representó un esfuerzo e intento serio por ofrecer una teoría diferente y alternativa al concepto clásico de belleza defendido por la Gran Teoría.

Alejandro Baumgarten es, entonces, el primer filósofo que emplea el término estética, dotándola de una definición, de un contenido y de un objeto de estudio. A partir de Baumgarten la estética se configura como una disciplina filosófica específica y especializada. Es sabido también que para fundar la estética, el pensador alemán retoma una distinción antigua hecha por Plotino (205-270) en su obra las Enneadas, la cual consiste en diferenciar la naturaleza inteligible de la naturaleza sensible.

Rescatando, pues, la idea de naturaleza sensible, Baumgarten considera que es posible instituir una ciencia de la cognición sensitiva o ciencia de la percepción. Por consiguiente, es el inventor o acuñador del concepto de estética, con el cual se conocerá posteriormente a esta ciencia moderna.


Llegados a este punto podemos afirmar que el estudio de la belleza y el arte tienen sus orígenes en la antigüedad greco-latina. Sin embargo, la génesis de la rama de la filosofía que se encarga del estudio sistemático de la belleza se ubica en el siglo XVIII gracias a las investigaciones de Baumgarten.

Ahora bien, durante el siglo XVIII la estética es entendida como la conjunción entre la belleza y el arte y de hecho, la estética que desarrolla Baumgarten emerge de la reflexión filosófica del arte (poesía) y del descubrimiento de su vínculo íntimo con la categoría de belleza. Ciertamente, alrededor de 1750, el concepto de arte empieza a significar la producción de belleza, es decir, se establece que el rasgo distintivo del arte es que produce belleza.

La definición clásica del siglo XVIII de manera completa y resumida sería la siguiente: “El arte es aquella clase de actividad humana consciente que aspira, y logra, la belleza. La belleza es su propósito, su logro y su valor principal”.[4] Esto revela cómo los conceptos de arte y belleza se encuentran interrelacionados y se conciben como interdependientes justamente en el periodo histórico en que vive Baumgarten.

Ya hemos mencionado, líneas arriba, que Baumgarten es deudor del pensamiento filosófico de Christian Wolff. No obstante, sus ideas estéticas se hallan también impregnadas del racionalismo filosófico del pensador alemán Leibniz (1646-1716). Algunos temas que desarrolla Baumgarten como parte de su pensamiento estético son el descubrimiento de la facultad del objeto estético, la belleza como objeto del conocimiento estético y la concepción de la verdad estética. A continuación se expone de manera sucinta cada uno de ellos con el ánimo de desentrañar sus ideas estéticas básicas.

Un primer componente de la teoría estética de Baumgarten lo encontramos en el descubrimiento de la facultad del objeto estético, el cual consiste en plantear que la estética se sitúa en la esfera del conocimiento, esto es, se trata de una ciencia que estudia una actividad concreta del pensamiento humano, a saber, el llamado conocimiento inferior. Por ello, se comprende que Baumgarten afirme que la intuición sensible tiene su propia ley interna y su propia lógica. Con ello se quiere decir que la estética no es una forma imperfecta del conocimiento lógico, sino una forma de conocimiento propio, es decir, diferente. Esta modalidad de conocimiento que subyace en la estética es denominada por Baumgarten como “análogo de la razón” para referirse a la facultad del objeto estético.

Un segundo componente en el pensamiento estético de Baumgarten lo constituye su idea de la belleza como objeto de estudio del conocimiento estético. Se trata de la tesis de que la finalidad de la estética es expresar la belleza, la cual se logra cuando el fenómeno sensible se muestra como algo perfecto. En consecuencia, no es de sorprenderse que para Baumgarten el artista sea aquella persona que es capaz de representar lo hermoso y lo perfecto. Ahora bien, la perfección de un objeto bello se logra si cumple con los requisitos de universalidad, orden y acuerdo.

El tercer y último componente de la teoría estética de Baumgarten es su idea de la verdad estética, la cual esta está estrechamente relacionada con la verdad moral. El ser humano necesita de la virtud para ser capaz de reconocer la perfección de un objeto bello. En otras palabras, la expresión y reconocimiento de lo bello necesitan de la perfección tanto en el sujeto como en el objeto. En Baumgarten, la verdad estética necesita de los objetos bellos la relación entre sus elementos representativos y lo conocido por un sujeto de manera sensible a través del “análogo de la razón”.

Emmanuel Kant

Por otra parte, en el núcleo de la teoría estética de Baumgarten encontramos la distinción entre sensibilidad y entendimiento como fuentes diferentes de conocimiento. Desde esta perspectiva, nuestro autor concibe a la estética como la ciencia del conocimiento sensible, cuyo objeto de estudio es la belleza. Concretamente, nuestro autor afirma en su obra Aesthetica (1750) que “el fin de la estética es la perfección del conocimiento sensible en cuanto tal, y esto es la belleza”. Previamente, en su tesis doctoral de 1735, ya había definido a la naciente ciencia fijándole un contenido y un objeto particular.

Baumgarten afirma en el parágrafo CXVI de su tesis que los filósofos griegos y los Padres de la Iglesia ya habían introducido la distinción entre cosas percibidas y cosas conocidas. Dentro de las primeras se incluían no sólo las cosas sensibles sino también a las cosas separadas de los sentidos como las imágenes. Las cosas conocidas son posibles por medio de una facultad superior y como objeto de estudio de la lógica. Por el contrario, las cosas percibidas son posibles por medio de una facultad inferior como su objeto que es la estética.[5] 

Para nuestro pensador, además de la lógica -que investiga las leyes del pensar- existe también la estética, la cual descubre y analiza las leyes del conocimiento sensible. Según N. Merker, Baumgarten devuelve dignidad filosófica al campo de lo sensible con su pensamiento estético. Por su parte, E. Cassirer afirma que Baumgarten se caracteriza por haber luchado a favor de la causa de la intuición estética y pura ante el tribunal de la razón, ya que el objetivo que se propone la estética es la legitimación de las facultades psíquicas inferiores y no su supresión.

El gran mérito histórico de Baumgarten reside en haber sentado las bases filosóficas de la estética entendida como una ciencia del conocimiento sensible y, por ende, concebida como una gnoseología inferior, dado que se ocupa de una facultad cognoscitiva inferior, aunque no por ello menos importante. Baumgarten partió del supuesto de que existe una facultad inferior en los seres humanos y ella abarca el campo de la perfección del conocimiento sensible. Por tanto, era preciso indagar y establecer escrupulosamente las leyes de la nueva ciencia. Tal fue la gran tarea que emprendió Baumgarten.





[1] Giovanni Reale y Darío Antiseri. “Historia del pensamiento filosófico y científico”. Trad. Juan Andrés Iglesias. 2ª ed. Barcelona: Herder, 1992. p. 694.

[2] Wladyslaw Tatarkiewicz. “Historia de seis ideas”. Trad. Francisco Rodríguez Martín. Madrid: Tecnos, 2002. p. 174.

[3] Ibídem, p. 157.

[4] Ibídem, p. 56.

[5] Alexander G. Baumgarten. “Reflexiones filosóficas acerca de la poesía”. Trad. Jose Antonio Miguez. 4ª ed. Buenos Aires: Aguilar, 1977. pp. 89-90.


Obras
  • Dissertatio chorographica, Notiones superi et inferi, indeque adscensus et descensus, in chorographiis sacris occurentes, evolvens (1735)
  • Meditationes philosophicae de nonnullis ad poema pertinentibus (1735)
  • De ordine in audiendis philosophicis per triennium academicum quaedam praefatus acroases proximae aestati destinatas indicit Alexander Gottlieb Baumgarten (1738)
  • Metaphysica (1739)
  • Ethica philosophica (1740)
  • Alexander Gottlieb Baumgarten eröffnet Einige Gedancken vom vernünfftigen Beyfall auf Academien, und ladet zu seiner Antritts-Rede [...] ein (1740)
  • Serenissimo potentissimo principi Friderico, Regi Borussorum marchioni brandenburgico S. R. J. archicamerario et electori, caetera, clementissimo dominio felicia regni felicis auspicia, a d. III. Non. Quinct. 1740 (1740)
  • Philosophische Briefe von Aletheophilus (1741)
  • Scriptis, quae moderator conflictus academici disputavit, praefatus rationes acroasium suarum Viadrinarum reddit Alexander Gottlieb Baumgarten (1743)
  • Aesthetica (1750)-1758)
  • Initia Philosophiae Practicae. Primae Acroamatice (1760)
  • Acroasis logica in Christianum L.B. de Wolff (1761)
  • Ius naturae (posthum 1763)
  • Sciagraphia encyclopaedia philosophicae (ed. Johs. Christian Foerster 1769)
  • Philosophia generalis (ed. Johs. Christian Foerster 1770)
  • Alex. Gottl. Baumgartenii Praelectiones theologiae dogmaticae (ed. Salomon Semmler (1773)
  • Metaphysica (übers. Georg Friedrich Meier 1776)
  • Gedanken über die Reden Jesu nach dem Inhalt der evangelischen Geschichten (ed. F.G. Scheltz & A.B. Thiele; 1796-1797)

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