Zenón de Elea |
Ζήνων ο Ελεάτης fue un filósofo griego nacido en Elea perteneciente a la escuela eleática (c. 490-430 a. C.). Fue discípulo directo de Parménides de Elea y se le recuerda por el dominio conceptual con que defendió las tesis de su maestro. No estableció ni conformó ninguna doctrina positiva, en tanto que todo lo que defiende lo toma de Parménides, sino que se limitó a atacar todo planteamiento que no parta de las tesis eleáticas.
Como sucede con la mayoría de los filósofos presocráticos, la vida de Zenón de Elea permanece en gran parte desconocida. Las fuentes que brindan luz al respecto son el diálogo Parménides de Platón y la obra Vida de los filósofos ilustres del historiador y filósofo Diógenes Laercio.
Diógenes Laercio subraya su destreza a la hora de analizar los dos lados de cada cuestión o dilema, capacidad que le hizo recibir el título de "inventor de la dialéctica" de la mano de Aristóteles. Como su maestro, tuvo probablemente una gran actividad política: el mismo Laercio afirma que Zenón apoyaba el derrocamiento del tirano eleata que gobernaba, bajo peligro de muerte:
Las obras de Zenón se han perdido. Platón escribe que durante su juventud ya había escrito para defender las teorías de su maestro, pues tales documentos fueron llevados a Atenas con motivo de la visita con Parménides; fueron allí robados y publicados posteriormente sin su consentimiento.
Como es habitual en el ámbito presocrático, la mayor y casi única fuente de la que podemos extraer información sobre su obra y pensamiento es la cita de autores posteriores, en particular del propio Aristóteles.
Es conocido por sus paradojas, especialmente aquellas que niegan la existencia del movimiento o la pluralidad del ser. Zenón, en la línea de su maestro, intenta probar que el ser tiene que ser homogéneo, único y, en consecuencia, que el espacio no está formado por elementos discontinuos sino que el cosmos entero es una única unidad. Sus aporías están diseñadas bajo los siguientes ejes argumentativos:
1. Contra la pluralidad como estructura de lo real.
2. Contra la validez del espacio.
3. Contra la realidad del movimiento.
4. Contra la realidad del transcurrir del tiempo.
Aplicando este esquema se le ha considerado el primero en utilizar la demostración llamada ad absurdum, que toma por hipótesis lo contrario a lo que se considera cierto (en su caso, las afirmaciones del adversario) y muestra las incongruencias que se derivan de una consideración de esto como verdadero, obligando al interlocutor a rechazar las premisas y a aceptar las tesis opuestas, que eran las que se querían demostrar en un principio. Este procedimiento lo lleva a cabo mediante sus aporías.
La escuela eleática es una corriente griega de filosofía presocrática, que tuvo su apogeo en los siglos VI y V a. C. El nombre proviene de la ciudad griega de Elea, al sur de Italia, el hogar de Parménides y Zenón, máximos exponentes de la escuela. El pensamiento eleático se opone tanto a la filosofía materialista de los milesios como a la teoría del flujo universal formulada por el filósofo griego Heráclito. Según los eleáticos, el universo es en esencia una unidad inmutable, que, siendo infinita en tiempo y espacio, está más allá de la cognición proporcionada por los sentidos humanos.
Sólo a través de la reflexión filosófica, afirmaban, se puede alcanzar la verdad última. Las observaciones sensoriales ofrecen tan solo una visión limitada y distorsionada de la realidad. También sobre la reflexión del ser. Existen diferencias en si la escuela fue fundada por Jenófanes o Parménides. (http://www.webdianoia.com/presocrat/parmenides.htm)
Muchas de las doctrinas eleáticas se basaron en las enseñanzas de Jenófanes, mientras que Parménides desarrolló sus doctrinas dentro de un sistema de metafísica. Según este último, la apariencia del movimiento y la existencia en el mundo de objetos distintos son mera ilusión: sólo parecen existir.
Las ideas de Pitágoras y Parménides en realidad nunca supusieron la base del idealismo que caracterizaría después a la filosofía griega y en particular al sistema metafísico de Platón.
Jenófanes de Colofón (Ξενοφάνης) (580 a. C. - 475 a. C.) fue un poeta elegíaco y filósofo griego. Sus obras sólo se conservan en fragmentos, gracias a citas de autores posteriores, actualmente recopiladas en la obra de H. Diels, revisada por W. Kranz, Die Fragmente der Vorsokratiker.1 A partir de los fragmentos conservados, puede reconstruirse una visión del mundo y de los dioses opuesta a los planteamientos de la épica homérica y hesiódica. Vinculado a la escuela milesia por origen y por la estructura de su cosmología, tradicionalmente se lo ha considerado fundador de la escuela eleática y del monismo. Se le ha señalado a menudo como escéptico por sus fragmentos gnoseológicos, y los autores de la patrística creyeron ver en sus textos teológicos una primera formulación del monoteísmo entre los griegos. (Jenófanes )
Parménides Nació en la ciudad de Elea hacia el año 510 a.C. Escribió un poema Sobre la Naturaleza, que no ha llegado hasta nosotros en su totalidad, en el cual expone sus ideas más importantes.
Parménides estaba convencido de que con el pensamiento solo se puede llegar a la verdad, ignorando los datos de los sentidos en la medida en que no respondan a lo que la razón muestra como verdadero.
Parménides afirmaba que: “Es necesario decir y pensar que el ser es y que el no ser no es.” Sólo este camino nos conduce a la verdad. Afirmar que el ser no es y que el no ser es nos extravía, nos conduce al error, a la mera opinión. Su Primer Principio no es el agua, el aire, o lo indeterminado, sino el ser.
Pero, ¿cómo es el ser? Parménides afirma que el ser es uno, inmutable, inmóvil, indivisible e intemporal. Las razones en las que fundamenta esta descripción son puramente lógicas. El ser es único porque, si hubiese dos seres, ¿qué los diferenciaría? ¿El ser? No, porque es lo que tienen en común. ¿El no ser? Tampoco: si el no ser no es, no puede ser causa de la diferencia. Por lo tanto el ser es uno.
Además, el ser no puede cambiar: no puede cambiar hacia el ser, pues ya es, y ¿cómo podría cambiar hacia el no ser, si el no ser no es?
Pero, ¿qué hay del mundo sensible, en el que encontramos muchas cosas, y de nosotros mismos, que somos muchos y estamos sometidos al cambio? Parménides mantiene la rigidez de su lógica y afirma que este mundo no es. Por eso sostiene que los sentidos nos engañan: nos muestran un mundo de multiplicidad sujeto al cambio.
Palmer, John, "Zeno of Elea", The Stanford Encyclopedia of Philosophy (Spring 2012 Edition),
Edward N. Zalta (ed.), URL = <http://plato.stanford.edu/archives/spr2012/entries/zeno-elea/>.
http://plato.stanford.edu/archives/spr2012/entries/zeno-elea/
Hermann Diels y Walther Kranz (ed.), Die Fragmente der Vorsokratiker, 6ª ed. Zurich 1968. (La colección más importante de fuentes de presocráticos. Con traducción al alemán. A partir de su publicación, se empezó a citar por el orden de sus fragmentos. Jenófanes es el capítulo 21, de donde la notación abreviada «DK 21». Los capítulos se dividen en las secciones A –testimonios– y B –fragmentos– y en algunos casos en otras adicionales.)
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