lunes, 4 de julio de 2016

Alternativas y escuelas del psicoanálisis

Alternativas y escuelas del psicoanálisis

Fotografía frente a la Universidad de Clark en septiembre de 1909.

Sentados: Sigmund Freud, Stanley Hall, C. G. Jung; de pie: Abraham A. Brill, Ernest Jones, Sándor Ferenczi.

Desde poco después de su aparición el psicoanálisis se ramificó en varias teorías alternativas. Por una parte surgieron las teorías de autores que, aunque partiendo del psicoanálisis freudiano, discrepaban con ciertas concepciones clave de la teoría de Freud y formaron escuelas alternativas:
  • Carl Gustav Jung: discrepaba sobre el origen y destino sexual de la libido, en la interpretación de los sueños, el concepto de inconsciente y la manera de tratar las neurosis. En su teoría destacaron los conceptos de inconsciente colectivo y arquetipo. Su escisión tuvo un carácter traumático, tanto para el psicoanálisis como disciplina, como para las partes implicadas personalmente. La salida de Jung de la Asociación Psicoanalítica Internacional y del movimiento psicoanalítico, el cual estaba destinado a liderar tras Freud, tuvo connotaciones de 'cisma'.
  • Alfred Adler: difería con respecto a la importancia que daba Freud al factor sexual. Adler hipotetizó un complejo de inferioridad que explicaría las neurosis y creó un método alternativo para tratarlas. Fue la primera disidencia importante en la historia del psicoanálisis (1908) al crear una teoría paralela que sustituía la libido por el instinto de poder.
  • Otto Rank: manifestó diferencias con la función del Complejo de Edipo.
  • Karen Horney: disentía de las ideas de Freud sobre la sexualidad femenina (criticó el que Freud considerase la envidia del pene como un fenómeno universal), el origen de las neurosis (a las que atribuía causas culturales), los mecanismos de defensa y la aplicación de los conceptos de Ello, Yo y Superyó en otras sociedades distintas de las que analizó Freud.
  • Anna Freud: plantea una teoría alternativa acerca del desarrollo, las funciones y los mecanismos de defensa del yo.40 Se le considera, junto a Heinz Hartmann y otros, fundadora de la "psicología del yo".
Por otra parte, se crearon escuelas que ampliaron el psicoanálisis freudiano:
Aunque todas mantienen los principios básicos de la teoría de Freud sobre el inconsciente, otras partes de las teorías son ampliadas y reinterpretadas por cada escuela.
Aparte de las grandes escuelas mencionadas aquí, existen innumerables otras orientaciones, institutos y agrupaciones que se pueden considerar derivadas del enfoque analítico.
Además se ha creado la corriente de la psicoterapia psicoanalítica que, aceptando los presupuestos psicoanalíticos, utiliza una concepción y una técnica diferente a la del psicoanálisis propiamente dicho.

 Anna Freud: El yo y los mecanismos de defensa (1936)


Ya en sus comienzos, y también en la actualidad, las doctrinas psicoanalíticas suscitaron grandes pasiones y controversias, y contaron con tantos defensores como detractores. Entre las críticas que se formularon contra las tesis de Sigmund Freud, las principales fueron la falta de objetividad de la observación y la dificultad de derivar hipótesis específicas verificables a partir de la teoría. 

A pesar del cuestionamiento a que fueron sometidas las ideas freudianas, especialmente en los círculos médicos, su trabajo congregó a un amplio grupo de seguidores. Entre ellos se encontraban Karl Abraham, Sandor Ferenczi, Alfred Adler, Carl Gustav Jung, Otto Rank y Ernest Jones. Algunos de ellos, como Alfred Adler y Carl Gustav Jung, fueron alejándose de los postulados de Freud y crearon su propia concepción psicológica.

De este modo, tras haber protagonizado una verdadera revolución en la psicología y el pensamiento de la época, el psicoanálisis perdió su conformación unitaria y sirvió como base para el desarrollo y proliferación de un gran número de teorías y escuelas psicológicas; muchos de sus conceptos, sin embargo, acabarían pasando de los ámbitos especializados a la vida cotidiana, hasta configurar en gran medida el modo en que entendemos y percibimos nuestra propia mente.

Serge André: La impostura Perversa

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Agradeceremos aportes constructivos.

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.