sábado, 18 de enero de 2020

Montesquieu, filósofo de la ley y la legalidad del poder.: Cayetano Acuña.

Montesquieu, filósofo de la ley y la legalidad del poder.




Charles de Secondat, barón de Brede y Montesquieu es uno de los principales filósofos políticos de la Ilustración.

Montesquieu es uno de los padres fundadores de la filosofía política (ver sus citas). Inspirado tanto por el liberalismo de Locke como por Aristóteles o Cicerón, Montesquieu pudo describir el espíritu de la razón que caracteriza a las leyes. Su ideas influyen en el pensamiento político, desde Rousseau a Rawls y a Kant .

Fue uno de los filósofos y ensayistas ilustrados más relevantes, en especial por la articulación de la teoría de la separación de poderes, que ha sido introducida en algunas constituciones de varios Estados, con mayor influencia en la Constitución de los Estados Unidos:

«En cada Estado existen tres clases de poderes: la potestad legislativa, la potestad ejecutiva de las cosas que proceden del derecho de gentes y la potestad ejecutiva de aquellas que dependen del derecho civil.»

«En virtud de la primera, el Príncipe o Magistrado hace leyes transitorias o definitivas, y enmienda o deroga las existentes. Por la segunda, hace la paz o la guerra, envía o recibe embajadas, establece la seguridad pública y previene las invasiones. Por la tercera, castiga a los criminales, o determina las disputas que surgen entre los particulares. Se dará a esta última el nombre de potestad de juzgar, y la otra, simplemente, la potestad ejecutiva del Estado”.»

«Cuando en la misma persona o en el mismo cuerpo de magistratura, la potestad legislativa y la potestad ejecutiva están reunidas, no puede haber libertad; porque se puede temer que el mismo monarca o senado pueda hacer leyes tiránicas, para ejecutarlas tiránicamente.»

«De nuevo, no hay libertad, si la potestad de juzgar no está separada de la potestad legislativa y de la ejecutiva. Si estuviese unido a la potestad legislativa, el poder sobre la vida y la libertad de los ciudadanos sería arbitrario; debido a que el juez sería el legislador. Si se uniera a la potestad ejecutiva, el juez podría tener la fuerza de un opresor.»

«Todo estaría perdido, cuando el mismo hombre, o el mismo cuerpo, ya sea de los nobles o del pueblo, ejerza esos tres poderes: el de hacer las leyes, el de ejecutar las resoluciones públicas, y el de juzgar los crímenes o las diferencias entre los particulares.»

«La potestad ejecutiva debe estar entre las manos de un monarca, porque esta parte del gobierno, que tiene casi siempre necesidad de una acción momentánea, está mejor administrada por uno que por varios; mientras que lo que depende de la potestad legislativa está mejor ordenada por varios que por uno sólo.»

«Pero si no hubiera monarca y la potestad ejecutiva fuera confiada a un cierto número de personas sacadas del cuerpo legislativo, no habría ya libertad, porque los dos poderes estarían unidos, ya que las mismas personas tendrían a veces, y podrían siempre tener, parte la una en la otra.»

Montesquieu, El espíritu de las leyes, Libro XI.1​2​

Su pensamiento debe ser enmarcado dentro del espíritu crítico de la Ilustración francesa, patente en rasgos como la tolerancia religiosa, la aspiración de libertad y su concepto de la felicidad en el sentido cívico, si bien se desmarcará de otros autores de la época por su búsqueda de un conocimiento más concreto y empírico en oposición a la abstracción y método deductivo dominantes. 

Podemos decir que como difusor de la Constitución inglesa y teórico de la separación de poderes se encuentra muy cercano al pensamiento de Locke, en tanto que como autor de las Cartas persas podría situarse próximo a Saint-Simon. Sin embargo, el pensamiento del señor de La Brède es complejo y tiene esa personalidad propia que le convierte en uno de los pensadores más influyentes en el seno de la historia de las doctrinas políticas.

Montesquieu, la ley y la Libertad.

Montesquieu quiere apoderarse del «espíritu de las leyes» y someterlas a un análisis científico. Distingamos las diversas leyes positivas y la ley universal, la primera de las cuales son solo casos especiales: la ley (positiva) designa una regla instituida para garantizar la seguridad y la libertad, una regla que aparece como una especificación extendida, como una expresión de la razón humana. .
Las leyes, las relaciones necesarias, derivadas de la naturaleza de las cosas, permiten, para el hombre, el acceso a la libertad política.

¿Qué significa la libertad? Al anunciar los pensamientos de Rousseau y Hegel, Montesquieu lo define, en el plano político, como la obediencia a las leyes.

– La libertad es el derecho a hacer lo que la ley permita, no hacer lo que usted quiere.

En El contrato social, Rousseau no se expresará de otra manera. El mérito de Montesquieu es, por lo tanto, definir la libertad en su relación con la ley, pero también el estado, entendido como una sociedad donde existen leyes.
Libertad (política), ley y forma estatal, en Montesquieu, un todo racional y un sistema.

Montesquieu y las diferentes formas de gobierno: despotismo, república, monarquía

Atento a la relación entre la ley y la libertad política, Montesquieu solo podía sentirse fascinado por el despotismo, ese absoluto mal político, que corresponde al poder de un solo hombre y cuya única ley es la fantasía del príncipe.

El principio del despotismo es el miedo y, muy a menudo, el miedo religioso. Basado en las pasiones humanas, el despotismo puede sobrevivir.

Además del despotismo (poder de un solo hombre, sin gobierno), Montesquieu distingue a la monarquía, donde, la diferencia del despotismo, el príncipe ejerce el poder al referirse a las leyes y, finalmente, la república: el gobierno. Republicano es donde el pueblo o solo una parte del pueblo tiene poder soberano.

– En el primer caso, estamos tratando con una democracia y, en el segundo, con una aristocracia.

Montesquieu y la separación de poderes:
Perseguido por el problema del despotismo y el de la libertad, Montesquieu fue a la base misma de toda libertad política.

La separación de poderes (legislativo, ejecutivo, judicial) es la mejor manera de conciliar la libertad del ciudadano y la autoridad pública. La idea de una separación de los tres poderes aparece así como el remedio para los abusos de poder: en todas partes, el poder debe detener el poder.

Guiada por un profundo respeto por la persona humana y un apego a la libertad política, la doctrina de Montesquieu forma el horizonte de nuestras visiones políticas modernas.

Filosofía de la Historia.

La filosofía de la historia de Montesquieu minimiza el papel de los individuos y los eventos. Presenta su punto de vista en Considérations sur les causes de la grandeur des Romains et de leur décadence ("Origen de las causas de la grandeza y decadencia de Roma") que cada evento histórico fue inspirado por un evento, movimiento, en especial. «Si una causa en particular, tal como el resultado accidental de una batalla, ha arruinado a un estado, entonces existió una causa general que fue la que determinó la caída de dicho estado como consecuencia de una sola batalla».4​

Montesquieu ejemplificaba este principio con situaciones de la historia de Roma. Al analizar la transición de la República al Imperio, Montesquieu sugería que si César y Pompeyo no hubieran trabajado para usurpar el gobierno de la República, otros hombres lo habrían hecho. La causa no fue la ambición de César o Pompeyo, sino la ambición del hombre.

Visión política y legado

Montesquieu desarrolló las ideas de John Locke acerca de la división de poder. En su obra El espíritu de las leyes manifiesta admiración por las instituciones políticas inglesas y afirmó que la ley es lo más importante del Estado.

Las Cartas Persas se publican en 1721, con 32 años, y su éxito es fulminante en la sociedad francesa en la época de la regencia de Luis XV de Francia. Ingresa en la Academia Francesa en 1727 y se traslada a Inglaterra en 1729 siendo elegido miembro de la Royal Society. Sus tres años en Inglaterra resultan cruciales para su desarrollo intelectual.

En 1734 publicó las Consideraciones sobre las causas de la grandeza y decadencia de los romanos. Pero su obra magistral fue El espíritu de las leyes, que publicó en Ginebra en 1748, después de catorce años de trabajo. Esta obra sufrió duras críticas, sobre todo por los jansenistas y los jesuitas. A estos ataques Montesquieu replicó, en 1750, con una defensa de esta obra, lo que no evitó que, más tarde, fuera censurada por Roma en 1751. Los últimos años de su vida, Montesquieu los dedicó a viajar de París a Burdeos y a terminar alguna de sus obras empezadas.5​

Dos son fundamentalmente los puntos en que los diferentes autores insisten al señalar la aportación original de Montesquieu al estudio científico de las sociedades humanas:

Montesquieu acomete la tarea científica de describir la realidad social según un método analítico y «positivo» que no se detiene en la pura descripción empirista de hechos, sino que intenta organizar la multiplicidad de datos de la realidad social en un reducido número de tipos.

Dar una «respuesta sociológica» a la aparente diversidad de los hechos sociales, bajo el supuesto de que existe un orden o causalidad de estos hechos susceptible de una interpretación racional.

Se considera uno de los precursores del liberalismo y fue quien elaboró la teoría de la separación de poderes. La teoría sobre la división de poderes encontró en Montesquieu su máximo exponente, desarrollando este una célebre tesis que serviría como modelo y punto de partida a los gobernantes posteriores de los siglos XVIII y XIX, aunque su teoría no sea la única realizada para tratar el tema. La estructura que presenta Montesquieu sobre la división de poderes está influenciada por la práctica constitucionalista británica donde existen sistemas de frenos, contrapesos y controles que éste utiliza en un modelo racionalista. Montesquieu atribuye al Parlamento el poder legislativo con la sanción real de la ley, el ejecutivo al gobierno, y el judicial a los tribunales de justicia.

Principales obras de Montesquieu:
– Letras persas (1721)
– Consideraciones sobre las causas de la grandeza de los romanos y su decadencia (1734)
– El espíritu de las leyes (1748).
Categoría: Filósofos Franceses

Bibliografía
Althusser, Louis. Montesquieu. La política y la historia. Barcelona: Ariel, 1979.
Pangle, Thomas, Montesquieu’s Philosophy of Liberalism (Chicago: 1989 rpt.; 1973).
Person, James Jr., ed. «Montesquieu» (excerpts from chap. 8) in Literature Criticism from 1400 to 1800, (Gale Publishing: 1988), vol. 7, pp. 350–52.
Shackleton, Robert. Montesquieu; a Critical Biography. (Oxford: Clarendon Press of Oxford University Press, 1961).
Shklar, Judith. Montesquieu (Oxford Past Masters series). (Oxford and New York, Oxford University Press, 1989).
Schaub, Diana J. Erotic Liberalism: Women and Revolution in Montesquieu's 'Persian Letters'. (Lanham, MD: Rowman & Littlefield, 1995).
Spurlin, Paul M. Montesquieu in America, 1760-1801 (Baton Rouge: Louisiana State University Press, 1941; reprint, New York: Octagon Books, 1961).
Starobinski, Jean. Montesquieu. México: Fondo de Cultura Económica, 2ed., 2000.

ref: Los siguientes enlaces se han consultado pues constituyen valiosas fuentes de referencia.

https://la-filosofia.com/la-filosofia-de-montesquieu/
http://www.filosofia.org/enc/ros/monte.htm
https://es.wikipedia.org/wiki/Montesquieu
https://www.ecured.cu/Montesquieu
https://thales.cica.es/rd/Recursos/rd99/ed99-0257-01/montes.html
https://personajeshistoricos.com/c-filosofos/montesquieu/
http://www.alcoberro.info/planes/montesquieu.htm

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