lunes, 4 de enero de 2021

La Fenomenología de Emmanuel Levinas: PCAV: TEXTO III

 EMMANUEL LEVINAS:

 Para lectura del documento:

 La fenomenología de 

Emmanuel Levinas


Percy Cayetano Acuña Vigil

«De la subjetividad moderna a la vulnerabilidad posmoderna.
La fenomenología de Emmanuel Levinas»

https://www.iberopuebla.mx/sites/default/files/bp/documents/1_carlos_mendoza_subjetividad_en_levinas_07.pdf?fbclid=IwAR0MljESTcfNGtlWYnlXSEVI4w1O_KqrGRWYjkTpLs4iqxtk81kpaPp2RfM

Para subir la escalera empezamos por deslindar el camino, para lo cual buscamos aclarar los terminos. Esta tarea la realizamos en varios textos:

 TEXTO III


3.1. REFERENTE ÓNTICO

3.2. RACIONALISMO DE DESCARTES

3.3. EMPIRISMO DE HUME

3.4. AUFKLARUNG

3.5. SUBJETIVIDAD KANTIANA


3.1. REFERENTE ÓNTICO

1. En el pensamiento de Heidegger, filósofo alemán del siglo XX, referente a los entes, a diferencia de ontológico, que se refiere al ser de los entes.

2. Los sistemas normativos –especialmente el Derecho– están constituidos por diversos tipos de reglas. Algunos sostienen que al ser el Derecho en último extremo una convención, sus reglas crean los objetos jurídicos y las relaciones entre las normas, todo lo cual constituye, en definitiva, la malla jurídica de la que trata la práctica jurídica y la ciencia del Derecho. 

3. Otros han pensado que hay que distinguir al menos dos tipos de reglas: las que efectivamente crean sus propios objetos jurídicos y las que derivan de la naturaleza de las cosas. 

4. En este ambito la persona y su singular y única dignidad y derechos determinan y fundan un conjunto de principios y normas que obligan al constituyente y al legislador ontológica, gnoseológica y moralmente a tener presente las nociones de “dignidad humana” y los“derechos del hombre.

Ref: Cofré Lagos, Juan Omar. Las reglas óntico-constitutivas, fundamentos de la persona y la dignidad humana. Revista de Derecho, Vol. XV, diciembre 2003, p. 37-58.

http://dx.doi.org/10.4067/S0718-09502003000200002 

3.2. RACIONALISMO DE DESCARTES

En el problema del conocimiento Descartes tiene el afán de establecer la certeza absoluta de nuestros conocimientos. Y para conseguirla es necesario una regla infalible que nos permita discernir lo verdadero de lo falso; y una prueba demostrativa de la existencia de Dios fundamento último de toda verdad.

Las cuatro reglas que da Descartes guardan íntima relación con las dos operaciones fundamentales de la mente: la intuición y la deducción.

La primera Regla • .-La enuncia Descartes de la siguiente forma. 

"El primero de estos preceptos consistía en no recibir como verdadero lo que con toda evidencia no reconocemos como tal, evitando cuidadosamente la precipitación y los prejuicios, y no aceptando como cierto sino lo que presente a mi espíritu de manera tan clara y distinta que acerca de su certeza no pudiera caber la menor duda". 

La Regla del Análisis la enuncia Descartes en la siguiente forma:

 "El segundo era la división de cada una de las dificultades con que tropieza la inteligencia al investigar la verdad, en tantas partes como fuera necesario para resolverlas".

La Regla de la Síntesis la enuncia Descartes de la siguiente forma:

 "El tercero, ordenar los conocimientos, emp-ezando siempre por los más sencillos, elevándome por grados hasta llegar a los más compuestos, y suponiendo un orden en aquéllos que no lo tenían por naturaleza".

La Regla de la -enumeración suficiente es enunciada por Descartes en la siguiente forma:

 "Y el último, consistía en hacer enumeraciones tan completas y general,es, que me dieran la seguridad e no haber incurrido en ninguna omisión". L

Habiendo hecho el •estudio de las cuatro Reglas del método cartesiano, estamos en condiciones de poder desprender algunas

conclusiones.-

La conclusión que podemos desprender es que el conocimiento, según Descartes, por el modo de proceder es predominante INTUITIVO.

LA DUDA METÓDICA.-

La ciencia para ser conforme con el ideal cartesiano tiene que ser completamente renovada de acuerdo con las cuatro reglas del método. Este método, como vimos, es aplicable a cualquier zona del saber. Mediante este método Descartes tratará de edificar sólidámente el conocimiento. Y para el efecto tratará de fundar la certeza de las verdades filosóficas, Ya que la Filosofía es el cimiento de todas las ciencias. 

http://repositorio.pucp.edu.pe/index/bitstream/handle/123456789/53120/el%20problema%20del%20conocimiento%20segun%20descartes.pdf?sequence=1&isAllowed=y

OBSERVACIONES

Las conclusiónes que son destacables son:

El conocimiento, según Descartes, por el modo de proceder es predominantemente intuitivo

La obra de Dscartes influyó en la ciencia

Descartes separa el pensamiento de las cosas.

Es racionalista, ya que sostiene la primacía de las cosas innatas. Por esta razón le época medieval estimuló el debate entre empiristas y racionalistas.

Realizó un aporte importante en la filosofía del conocimiento

https://www.youtube.com/watch?v=hP9uWUO3ivI


3.3. Empirismo de David Hume

David Hume no solo fue uno de los grandes representantes de la corriente empirista, sino que sus ideas aún tienen importancia en la actualidad y, de hecho, otros filósofos del siglo XX fueron inspiradas por ellas. 

La teoría empirista de Hume

Las ideas principales de la filosofía de David Hume se resumen en los siguientes principios básicos.

1. No existen los conocimientos innatos

Los seres humanos llegamos a la vida sin saberes previos ni esquemas de pensamiento que delimiten cómo debemos concebir la realidad. Todo lo que llegaremos a saber será gracias a la exposición a las experiencias.

De esta manera, David Hume negaba el dogma racionalista de que hay verdades que existen por sí mismas y a las que podríamos tener acceso en cualquier contexto posible, tan solo mediante la razón.

2. Existen dos tipos de contenidos mentales

Hume distingue entre las impresiones, que son esos pensamientos que se fundamenta en cosas que hemos experimentado a través de los sentidos, y las ideas, que son copias de las anteriores y su naturaleza es más ambigua y abstracta.

Lo malo de las ideas es que, a pesar de corresponderse exactamente con la verdad, nos dicen muy poco o nada acerca de cómo es la realidad.

3. Hay dos tipos de enunciados

A la hora de explicar la realidad, Hume distingue entre los enunciados demostrativos y los probables. Los demostrativos, como su nombre indica, son aquellos cuya validez puede ser demostrada evaluando su estructura lógica. 

Los probables, en cambio se refieren a lo que ocurre en un tiempo y en un espacio determinados, y por consiguiente no se puede saber con total seguridad si son ciertos en el momento en el que se enuncian. 

4. Necesitamos los enunciados probables

A pesar de que no nos podamos fiar totalmente de su validez, necesitamos respaldarnos con enunciados probables para vivir.

5. Las limitaciones del pensamiento inductivo

Para Hume, nuestras vidas se caracterizan por estar asentadas sobre la creencia de que conocemos ciertas características invariables acerca de la naturaleza y todo lo que no rodea.

Estas creencias nacen a partir de la exposición a varias experiencias similares. De la ocurrencia de muchas experiencias similares en el pasado, no se deriva lógicamente que siempre vaya a pasar eso.

A Treatise of Human Nature, L.A. Selby-Bigge (ed.), Clarendon Press, Oxford 1973 (orig. en 3 vv. 1888). La más usada durante el siglo XX.

Mercado Montes, Juan Andrés, David Hume, en Fernández Labastida, Francisco  Mercado, Juan Andrés (editores), Philosophica: Enciclopedia filosófica on line, URL: http://www.philosophica.info/archivo/2008/voces/hume/Hume.html

https://www.philosophica.info/voces/hume/Hume.html


3.4. EL AUFKLÄRUNG

¿Qué quiere decir Ilustración hoy en día?1 por Horst Kurnitzky El País, Número 248, México 2011

La Ilustración, o más precisamente la Aufklärung, no es un mero hecho histórico. Es un impulso que ha acompañado al ser humano desde la antigüedad y que aspira a la verdad. Para la filosofía, Aufklärung significa entender el miedo y cuestionar la realidad como vía para alcanzar la libertad.   

Cuando en 1784, en la Berlinische Monatsschrift,2 Immanuel Kant describió la Aufklärung como “la salida del hombre de su Unmündigkeit3 (subdesarrollada individualidad), causada por su propia culpa”, declaró responsable de su situación al hombre mismo y a la vez lo convocó a la llamada “Sapere aude! Ten el valor de servirte de tu propia inteligencia”. ...


Con esta proclama, la autoliberación del individuo de cualquier tutela se convirtió en la divisa de la Aufklärung. En la Europa progresista del siglo XVIII, el interés se centró ante todo en la liberación del comercio de la tutela del Estado y la liberación de los individuos de los dogmas de fe. 

Siguiendo la concepción historicista de la Aufklärung, ese siglo también se conoció como el “Siglo de las 2  Luces”, ya que, en efecto, la Aufklärung está relacionada con la luz; la Aufklärung quiere sustituir la oscuridad de la ignorancia por la luz del conocimiento. 

Pero la designación de un siglo como “Siglo de la Aufklärung” corresponde a la protohistoria de los cronistas acostumbrados a relatar lo que pasó sin entender su significado. La división e interpretación de la historia por épocas conserva el pobre modelo de la crónica. Sólo por medio del entendimiento y la explicación, de la búsqueda de la razón histórica, el pasado largamente concebido como crónica se transforma en Historia, para con ésta poder admitir que el fundamento de la Aufklärung sí consiste en el uso de la propia inteligencia....


En cuanto vemos la Aufklärung como un impulso, como un deseo humano de esclarecer cuáles son las condiciones para alcanzar una vida más satisfactoria y tranquila, sin la violencia que impone la lucha por una supervivencia incierta; o la usamos para preguntar y responder qué se esconde detrás de las cosas y para liberarse del miedo a una naturaleza oscura o a circunstancias de vida inextricables, entonces confirmamos que la Aufklärung significa mucho más que una época histórica o la solución de un problema técnico.

Por eso, al inicio de su libro Dialektik der Aufklärung, Horkheimer y Adorno escribieron: “Desde siempre la Aufklärung, en el sentido más amplio de un pensamiento en continuo progreso, ha perseguido el objetivo de quitar el miedo a los seres humanos y convertirlos en amos. […] El programa de la Aufklärung fue el desencantamiento del mundo”. 

1 Este artículo fue publicado en la revista El Viejo Topo, núm. 282-283, Barcelona, julio de 2011, bajo el título “Qué quiere decir Aufklärung hoy en día”. En lo sucesivo empleo la palabra alemana Aufklärung (originalmente una traducción del francés éclairé), que a lo largo de la discusión sobre el significado y las consecuencias de la liberación de la tutela autoritaria, tanto del poder profano como del religioso, acumuló la más amplia acepción del concepto de liberación humana. Frente al concepto de esta liberación, las palabras “ilustración” o “iluminación” empleadas en español son limitadas y tal vez equivocadas.

 2 Immanuel Kant, Schriften zur Anthropologie, Geschichtsphilosophie, Politik und Pädagogik, Obras en VI tomos, Wilhelm Weischedel (ed.), tomo VI, Insel Verlag, Frankfurt Main, 1964, p. 53. 3 Kant usa en su texto la palabra Unmündigkeit, que en español se acostumbra traducir como “inmadurez”. Esta traducción es falsa porque insinúa un proceso de tipo vegetal según el cual todos los seres humanos pueden madurar por naturaleza, sin intervención propia. Pero, como hombre de la Aufklärung, Kant se refiere a la liberación del individuo de cualquier tutela y a su autonomía como meta de la Aufklärung.

Por eso he propuesto traducir Unmündigkeit por “individuo subdesarrollado”, entendido como “individuo no autónomo”. Esto tiene muchas consecuencias: sólo un individuo autónomo puede solidarizarse con otros individuos; sólo un individuo autónomo puede articular sus propios intereses políticos. En alemán las palabras Mündel, unmündig, etcétera, se refieren siempre a personas dependientes, en general menores de edad, mientras mündig es una persona que tiene personalidad jurídica, que puede participar en elecciones y aceptar responsabilidades en la sociedad civil.

https://www.researchgate.net/publication/277216104_Que_quiere_decir_Aufklarung_hoy_en_dia

3.5. SUBJETIVIDAD KANTIANA

Un concepto fundamental de la filosofía que surge bajo una nueva luz en el pensamiento de Emmanuel Levinas es la subjetividad. Según este autor, en la tradición moderna dicho concepto constituye una forma de egoísmo. Uno de los principales filósofos a los que Levinas asocia con esta noción de subjetividad es Kant. 

A primera vista, esto parecería ser inusual, pues Kant es el filósofo de la imparcialidad, la universalidad y un defensor del desinterés. Para Kant, la voluntad [Wille] que se configura en términos del interés propio no es moral, sino patológica. Él elabora un principio que sustenta la comprensión moderna de la moralidad: el concepto de libertad como autonomía. Para Levinas, dicha elaboración kantiana está en desacuerdo con su propia noción de pasividad ética.

En este contexto, Daniel Smith afirma que la crítica de Levinas a Kant efectivamente da en el blanco: “si uno sigue la mecánica del relato de Kant, encontramos exactamente el tipo de caída en el egoísmo que esperaríamos encontrar, si el relato de Levinas de la historia de la filosofía es correcto”.

No obstante, se afirma que la subjetividad de Kant se puede ver más cerca de la subjetividad de Levinas, en la medida en que ambos parecen concebir este concepto como “constituido por el impacto de un exceso [que] se calcula como un comando que ha sido recibido”. 

Varios pasajes de la filosofía moral de Kant parecen validar esta interpretación. Por ejemplo, cuando Kant escribe que “no queda, pues, otra cosa que pueda determinar la voluntad, si no es, objetivamente, la ley y, subjetivamente, el respeto puro a esa ley práctica”. 

A partir de estas afirmaciones, se sostiene que la subjetividad de Kant no es autonomía, sino heteronomía frente a la ley moral. En este contexto, la autora agrega que “la concepción de la ley moral que atraviesa la filosofía práctica de Kant tiene el rastro de la alteridad”. 

Si esta interpretación es correcta, entonces Kant y Levinas coinciden en el sentido de que la alteridad es el fundamento de la ética. Sin embargo la noción de subjetividad de Levinas es completamente diferente a la de Kant, aún para algunos hay rastros de autonomía kantiana en el concepto de subjetividad de Levinas. 

Se ha señalado que existe un cambio paradigmático entre un Levinas temprano en Totalidad e infinito (y otros textos tempranos) y un Levinas posterior que se puede encontrar en De otro modo que ser. El primero, aparentemente da prioridad al egoísmo y la libertad, en el sentido kantiano, y el segundo a la pasividad. 

Al respecto el pensamiento de Levinas nos ha dejado dos alternativas igualmente indeseables: elegir el yo y la libertad, lo que necesariamente equivale a un egoísmo absolutista en el esquema de las cosas de Levinas, o uno elige para el otro un altruismo aplastante en el que todos los deberes hacia el yo deben ser necesariamente abandonados.

https://scielo.conicyt.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-22012020000100095


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